La relación entre la técnica actoral de Yat Malmgren, basada en los arquetipos de Carl Jung, y los preceptos del Teatro Gestalt radica en su enfoque común en la integración de lo físico, emocional y psicológico para explorar la autenticidad del ser. Ambas disciplinas utilizan el cuerpo y la expresión como herramientas fundamentales para conectar con emociones profundas, desbloquear conflictos internos y facilitar la transformación personal.
1. Los arquetipos de Jung y la Terapia Gestalt: un enfoque hacia la totalidad
Carl Jung propuso que los arquetipos son patrones universales de comportamiento y emoción que habitan en el inconsciente colectivo. Estos arquetipos representan aspectos esenciales de la experiencia humana. La técnica de Yat Malmgren traduce estos arquetipos en dinámicas físicas y psicológicas que los actores/actrices pueden explorar en escena.
Por otro lado, la Terapia Gestalt busca la integración de las distintas partes de la persona: emociones, pensamientos y acciones. En el Teatro Gestalt, esta integración se potencia al permitir al actor o participante encarnar y explorar diferentes “partes” de sí mismo, muchas de las cuales coinciden con los arquetipos jungianos. Por ejemplo:
• El héroe puede representar el deseo de superación y confianza.
• La sombra conecta con emociones reprimidas o aspectos ocultos de la personalidad.
Ambos enfoques, el de Malmgren y el de la Gestalt, utilizan estas figuras simbólicas para que la persona tome conciencia de su totalidad, aceptando tanto sus luces como sus sombras.
2. El Cuerpo como expresión de la psique
Yat Malmgren y el Movimiento Psicológico:
La técnica de Malmgren se fundamenta en las funciones psicológicas de Jung, pero las traduce en patrones físicos y cualidades de movimiento, a través de los principios de Rudolf Laban. Esto permite que el actor no solo «piense» en la psicología de un personaje, sino que la encarne físicamente desde el primer momento, analizando los siguientes factores:
– Función dominante (pensamiento, sentimiento, sensación, intuición), según Jung.
– Actitud (introvertida/extrovertida), según Jung.
– Ritmo y cualidad de movimiento, según las aportaciones de Laban:
– Espacio (directo / flexible)
– Peso (fuerte / ligero)
– Tiempo (veloz o repentino / sostenido)
– Flujo (contenido o controlado / libre)
Así Malmgren establece que cada arquetipo tiene una dinámica física particular que el actor utiliza para construir personajes auténticos. Por ejemplo:
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- Un personaje guiado por la intuición puede tener movimientos fluidos y ligeros.
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- Uno ligado al pensamiento puede mostrarse rígido y controlado.
Teatro Gestalt y el Cuerpo:
En Teatro Gestalt, el cuerpo es una puerta de entrada para tomar conciencia del aquí y el ahora. Los bloqueos emocionales o conflictos no resueltos suelen manifestarse como tensiones físicas o patrones repetitivos de movimiento. A través de ejercicios teatrales, como la improvisación o la exploración corporal, los participantes pueden liberar estas tensiones y expresar emociones reprimidas.
En el Teatro Gestalt podemos hablar de 3 centros o motores expresivos: el mental, el emocional y el instintivo/visceral, siguiendo la propuesta de Claudio Naranjo de esencia tricerebral (cerebro reptiliano, límbico y neocortex), por lo que podemos tomar apoyarnos en el Teatro Gestalt en trabajo de psicología del movimiento de Malmgren.
Ambos enfoques coinciden en que el cuerpo no es solo un instrumento de expresión, sino también un reflejo directo de la psique. En el teatro, esto permite al actor/actriz explorar y transformar aspectos internos a través del movimiento consciente.
3. El Aquí y Ahora: escena como espacio de exploración personal
La Gestalt en el Teatro:
Uno de los principios fundamentales de la Terapia Gestalt es la atención plena al “aquí y ahora”. En un espacio teatral, esto se traduce en estar completamente presente en la escena, conectado con las emociones y sensaciones que surgen en el momento. El Teatro Gestalt utiliza ejercicios que enfatizan esta presencia, como:
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- Dinámicas de improvisación para explorar emociones espontáneas.
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- Ejercicios de diálogo interno o externo para dar voz a emociones reprimidas.
Yat Malmgren y el Presente Escénico:
La técnica de Malmgren también exige al actor estar plenamente presente. Al trabajar con los arquetipos y las dinámicas psicológicas, el actor/actriz no solo explora un personaje, sino que también se conecta con sus propias emociones, utilizando la escena como un espacio para experimentar y transformar aspectos personales.
En ambos casos, el teatro se convierte en un laboratorio de exploración personal donde cada persona vive el momento presente con intensidad, explorando capas de su ser que a menudo permanecen ocultas en la vida cotidiana.
4. Integración de las partes del Ser: arquetipos y polaridades
Arquetipos como manifestación de polaridades:
Jung planteó que cada arquetipo contiene opuestos: el héroe enfrenta al villano, la luz convive con la sombra. En la técnica de Malmgren, los actores trabajan con estas polaridades para crear personajes complejos y multidimensionales. Por ejemplo, un héroe no es solo valiente, también puede mostrar dudas y vulnerabilidad.
Polaridades en la Gestalt:
La terapia Gestalt también trabaja con polaridades internas: emociones contradictorias, deseos enfrentados o aspectos del “yo” que parecen incompatibles. En el teatro, estas polaridades se exploran a través de ejercicios que permiten al actor/actriz o participante expresar ambas caras de una misma emoción o conflicto.
Por ejemplo, en un ejercicio teatral gestáltico, un participante puede representar su “yo crítico” y su “yo vulnerable” en un diálogo escénico, permitiendo que ambas voces encuentren su expresión y reconciliación.
5. Transformación
Tanto la técnica de Malmgren como la terapia Gestalt aplicada al teatro buscan más que la creación de un personaje: buscan la transformación del individuo.
En la técnica de Malmgren:
Al explorar los arquetipos, el actor/actriz no solo construye un personaje, sino que también se conecta con aspectos internos de su propia psique. Esto permite un proceso de autodescubrimiento que puede ser profundamente transformador.
En el Teatro Gestalt:
La exploración de emociones y conflictos en escena permite al participante liberar bloqueos, encontrar nuevas perspectivas y experimentar un sentido de integración personal.
Ambos enfoques convierten el escenario en un espacio de sanación, donde lo simbólico y lo físico se unen para promover el crecimiento personal.
Conclusión: el Teatro como herramienta de transformación
La técnica actoral de Yat Malmgren y los preceptos de la terapia Gestalt aplicada al teatro convergen en su enfoque en la integración del ser: cuerpo, emoción y psique. A través de los arquetipos de Jung, el movimiento consciente y el trabajo con las polaridades internas, el teatro se convierte en un espacio donde no solo se construyen personajes, sino también personas más conscientes, auténticas y completas.
Como dice Jung: “Aquello que no se hace consciente, se manifiesta en nuestra vida como destino.” En el teatro, tanto actores/actrices como participantes pueden hacer consciente lo inconsciente, transformando sus vidas a través del arte escénico.
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